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Ideas para mantener tus plantas de interior

  • Clorofila
  • 27 feb 2020
  • 7 Min. de lectura

Actualizado: 23 may 2021

Hay quien dice que una planta de interior es como una obra de arte viva, que nunca completas. Las plantas, día a día nos recuerdan que estamos aquí, acercándonos a la tierra, a nuestra propia naturaleza y son un recordatorio constante de que la vida está en todos lados.

Si puedes llenar de plantas tu hogar, o tu espacio, considérate una persona afortunada por lograr conservar ese vínculo tan especial con nuestra propia naturaleza.

A continuación te presentamos algunos tips para cuidar tus plantas y mantenerlas sanas y felices.

Plántala

Cuando adquieres o recibes una planta, es importante que lo primero que hagas sea plantarla, sacarla de la maceta en la que viene del invernadero y colocarla en una nueva maceta.

Por lo general, cuando las plantas se cosechan en invernadero, al haber un espacio limitado, las raíces llegan a ocupar casi todo el espacio de la maceta o bolsa donde fueron cultivadas, lo que les resta nutrientes y oxígeno. Replantarlas les permitirá comenzar a crecer y mejorar su apariencia y de paso revisar sus raíces y comprobar la salud de la propia planta.

Trasplante

En el mejor de los casos, es ideal una maceta con orificios, es lo mejor para tu planta, pero si tu maceta no tiene orificios de drenaje, puedes rellenar la base de la maceta con piedras o grava, de preferencia usa piedra volcánica porosa como el tezontle, la cual ayudará absorbiendo el exceso de humedad en la raíz. O si te gusta hacer las cosas tu mismo, puedes hacerle unos orificios a tu maceta, teniendo en cuenta el material de la misma y la técnica que utilizarás para taladrar o para perforarla.

Perforacion en macetas

Un tip para evitar pérdida de tierra cuando riegas tus plantas al salir el agua por los orificios, es antes de colocar la tierra o el sustrato en la maceta, coloca un pedazo de tela tipo malla, tela de mosquitero o manta de cielo. Esto mantendrá limpias las superficies durante el riego de tus plantas.

Toma en cuenta que la nueva maceta deberá de ser 5 o 6 centímetros más ancha y alta que la que trae tu planta originalmente, y que tendrás que rellenar con el sustrato adecuado al colocar la planta. Todas las plantas de interior pueden utilizar tierra negra compuesta, y en el caso de las suculentas, recuerda mezclar la tierra con perlita y arena en partes iguales (3/3).

Cuídalas consistentemente

Un aspecto importante del cuidad de tu planta es el ser consistente. Por ejemplo, la idea de cambiar de lugar las plantas constantemente para buscar que les dé mayor o menor cantidad de luz, es un error; las plantas se “aclimatan” al lugar en el que se encuentran, y el moverlas constantemente, puede llegar a confundirlas en cuanto a la cantidad de luz que deben recibir.

Cada planta requiere una frecuencia distinta de luz y agua, lo cual aprenderás con la práctica o buscando información acerca de tu propia planta. Una vez que realmente observas a tus plantas, podrás descifrar las señales que te dan cuando tienen sed o cuando no necesitan más agua; esto lo puedes percibir por el estado del follaje de tu planta, o simplemente con ver la cantidad de humedad que hay en su tierra. Normalmente si hay humedad en los primeros 2 o 3 centímetros del sustrato, entonces el riego puede esperar un día más.

No necesitas utilizar agua filtrada, mero lo que sí es necesario, es dejar reposar el agua con la que regarás desde una noche anterior, lo que destilará el flúor y cloro que pueda contener y que un filtro común no logra separar. Un buen método, es regar con una regadera tipo cafetera directamente en la tierra, y al ver qué tan rápido se absorbe el agua, sabremos que tan sedienta está nuestra planta. – Parte de disfrutar una planta, es el tener la capacidad de alimentarla y nutrirla, y verla crecer sana y fuerte cada día – Recuerda que puedes utilizar fertilizantes líquidos u orgánicos para nutrir a tus plantas de vez en cuando.

Poda y propagación

Todas las plantas tienen nodos en sus tallos, que a menudo se presentan como protuberancias elevadas que parecen pequeñas articulaciones. Los nodos son la fuente del crecimiento. Entonces, cuando podes hojas muertas o amarillentas, es una buena idea cortar por encima de estos nodos.

Sin embargo, cuando se requiere crecimiento (propagación) de la planta, deberás cortar debajo del nodo, idealmente, dos nodos hacia abajo, para que la nueva planta bebé tenga una fuente de crecimiento. También puede hacerse desde las hojas que se han caído, y con las suculentas, la mejor opción es cortar desde el tallo. Una planta que se enreda o que es muy frondosa, puede ser propagada simplemente con agua: Puedes tomar esquejes y ponerlos por ejemplo, en una botella y ponerlos cerca de una ventana, podrás ver como crecen raíces en el agua así podrás calcular cuándo plantarlas”.

Las suculentas son un poco diferentes; después de cortar el tallo, colóquelo plano cerca del sol para que se forme un callo. El corte es como una herida abierta que necesita sanar; luego colócalos en una cantidad de tierra poco profunda, no les gusta demasiada tierra entre la parte superior de la planta y el agujero de drenaje.

Ajustes para el Invierno

Durante el invierno las plantas se vuelven inactivas. Entonces veremos un crecimiento mucho más lento. Debido a esto, podrás regar tus plantas con menos frecuencia que durante la temporada de crecimiento (veranos). Pero ten cuidado de no secarlas. Los humidificadores son excelentes para las plantas en general, pero especialmente durante el invierno cuando los sistemas de calefacción crean un peligroso calor seco. Si no desea comprar un humidificador, la nebulización es una buena opción. Además, puedes llenar un platillo con agua y algunas rocas, y luego colocar tu planta encima, o puedes colocarlo cerca de su planta. Procura que la planta esté rodeada de agua, pero no sumergida en ella.

Asegúrate de que tus plantas no estén frente o cerca de un radiador o calefactor. Realmente no les gusta ese calor seco; si no tienes espacio para todas sus plantas sin tener algunas cerca del radiador, las suculentas pueden ser más resistentes al calor seco porque provienen de una región más árida.

También ten cuidado de no dejar que tu planta se enfríe demasiado. Evita colocar sus plantas demasiado cerca de las ventanas porque el vidrio puede enfriarse mucho en invierno y pueden entrar corrientes de aire. Una forma de saber si tu planta tiene frío es simplemente tocar y sentir las hojas; si las hojas se sienten frías, significa que su planta probablemente tenga frío.

Cuida la luz

Si no tienes mucha luz, ¡aún puedes cuidar una planta! Hay plantas que crecen con poca luz, como los filodendros o los teléfonos. Estas son un par de plantas fáciles de cuidar que caerán en cascada y crearán ese hermoso efecto de jungla sin necesitar demasiado sol; ni siquiera les gusta el sol directo. Y aunque técnicamente no se recomienda colocar plantas en espacios sin luz natural, si no tienes alternativa, te sugeriría una planta Zamiocula o Sanseviera, porque esas son las plantas con menor tolerancia a la luz. Y mientras no los riegues demasiado, deberían estar bien, solo crecerán un poco mas lento.

La luz en las plantas

Y si se trata de poca o ninguna luz, es una buena idea invertir en una luz de planta, que es ideal para espacios oscuros y todos los espacios en invierno como el de la imagen de abajo, aunque también se recomienda buscar uno con un temporizador para que la luz se encienda y se apague independientemente de su horario. Debes mantener la luz encendida durante un día, desde temprano en la mañana hasta aproximadamente las 7 p.m. en invierno y a las 9 p.m. en el verano.

Tu planta no se está muriendo

A veces la gente piensa que sus plantas se están muriendo mucho antes de e n realidad se estén muriendo. Las plantas son mucho más resistentes de lo que pensamos. Lo que sucede es que observamos que su planta podría estar bajo estrés y entramos en pánico. Si tu planta tiene alguna hoja amarilla, la primera buena noticia es que es bueno que lo hayas notado.

Manchas en las hojas

Al observar tu planta, puedes darte cuenta de lo que está sucediendo con ella. Las hojas amarillas y las suculentas arrugadas, por ejemplo, son un indicador de que tu planta podría tener sed.

Al observar tu planta, puedes darte cuenta de lo que está sucediendo con ella. Las hojas amarillas y las suculentas arrugadas, por ejemplo, son un indicador de que tu planta podría tener sed. Pero si notas un patrón moteado, es mejor verificar si tiene alguna plaga. Si hay una gran mancha negra en el medio de la hoja, deberías verificar si hay alguna infección bacteriana o fúngica.

Sin embargo, adivina qué: ¡Ninguna de esas cosas significa que tu planta se está muriendo! Simplemente significan que debes tomar medidas. Puede ser tan simple como regar o trasplantar, o puede significar descongestionar. Las plagas más comunes son los insectos harinosos y los ácaros, y encontrarás más evidencia en el revés de la hoja, si ves alguna plaga, deberás conseguir un insecticida suave y rociar la hoja, limpiar cualquier insecto o plaga que puedas ver con una toalla de papel, luego rociarlo nuevamente y dejarlo reposar sobre la hoja. También puedes lavar tu planta en la ducha, pero hazlo ladeándola para que la tierra no se empape.

Todo con moderación

Entraremos en los detalles más adelante para explicar por qué esto funciona, pero primero, repite después de mí:

“Todo con moderación.”

Ah, eso se sintió bien. Es una verdad que se aplica a todos los aspectos de nuestra vida (o casi a todo), Y ciertamente se aplica al cuidado de las plantas. Todas las plantas requieren agua, luz y alimentos, pero el truco del éxito es practicar la moderación.

Además, pensemos en el clima nativo de la mayoría de nuestras plantas de interior. Si es típicamente un área tropical. Nuestro objetivo es imitar ese entorno lo más cerca posible sin exagerar. Al igual que The Price Is Right, las reglas son las mismas aquí.

Ni demasiada ni poca agua ni demasiada ni poca luz. A veces cometemos el error de que al ver que nuestra planta comienza a verse triste creemos que es por falta de agua, le ponemos y luego vemos que va peor; entonces le ponemos más agua, y acabamos ahogándola.

Aprendamos a observar, la tierra, la resequedad en las hojas, etc.; averigüemos de dónde viene nuestra planta y así comprenderemos qué cuidados deberemos darle.

Todos estos consejos nos ayudarán, con la experiencia, a ser todos unos expertos, y como lo mencionamos al principio de este post, a conectarnos con nuestra propia naturaleza a través de las plantas.

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